Comisiones de las cancillerías de Colombia y Venezuela se reunieron en San Antonio del Táchira para analizar y confrontar las cifras que ambos gobiernos tienen sobre familias colombo-venezolanas separadas a causa de las deportaciones de ciudadanos del país vecino, luego de que presidente Nicolás Maduro ordenó el cierre de la frontera y decretó estado de excepción en seis municipios limítrofes.
“La reunión fue una revisión de la dimensión de los problemas que tenemos a sus verdaderos datos. Hemos sido muy claros con el gobernador en que hay que aterrizar todas las cifras a los casos concretos, libre de especulación y sobredimensionamiento, que es lo que hemos querido evitar, centrándonos en tres temas importantes, que son el reencuentro familiar, la recuperación de menajes y enseres y el paso escolar. Es importante mantener una buena comunicación”, dijo Víctor Bautista, asesor de la canciller de Colombia, María Ángela Holguín.
Voceros venezolanos han asegurado que no hay familias separadas a causa de las deportaciones, mientras que en Colombia el Instituto de Bienestar Familiar manejó la cifra de 299 niños que habían sido separados de su padre o de su madre a causa de la expulsión de alguno de ellos de Venezuela.
A clases. El gobernador de Táchira, José Vielma Mora, informó que este miércoles se espera que aproximadamente 4.500 niños que viven en Colombia asistan a clases en los municipios fronterizos venezolanos. Indicó que por instrucciones del presidente de la República no será solicitada documentación alguna para la inscripción de los estudiantes extranjeros.
Informó que para la recuperación de enseres por ciudadanos deportados y por quienes abandonaron el país por voluntad propia se requiere el cumplimiento de protocolos fiscales y aduaneros. (Con información de El Nacional)
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