Los científicos de Clínica Mayo
identificaron un marcador proteico cuya frecuencia podría predecir la respuesta
del paciente a la inmunoterapia para bloquear la PD-1 en el melanoma. Una
sinopsis de los hallazgos fue presentada durante la Conferencia Internacional
sobre Inmunoterapia contra el Cáncer de la Asociación Americana para
Investigación sobre el Cáncer en Nueva York.
"Es fundamental descubrir
biomarcadores de sensibilidad, no solamente para informar las decisiones
clínicas, sino también para identificar qué pacientes con melanoma, y
posiblemente con otros tipos de cáncer, son más proclives a beneficiarse del
bloqueo contra la PD-1", explica Roxana Dronca, hematóloga de Clínica Mayo
y autora principal de la sinopsis. "Eso nos permitirá exponer a menos
pacientes a tratamientos inadecuados que conllevan sus propias toxicidades y
costos", añade.
El marcador Bim es una proteína
que ayuda a coordinar la muerte celular programada, proceso natural en muchas
células, incluidas las células T que son un subconjunto de células inmunitarias
capaces de reconocer y eliminar a células tumorales. La interacción de una
molécula llamada PD-1 en las células T con una molécula llamada PD-L1 activa al
Bim e induce la muerte de las células T. Los tumores pueden explotar este
proceso mediante la expresión excesiva de PD-L1 y la eliminación de las células
T capaces de reconocerlas y eliminarlas.
Con el afán de superar el
problema de la evasión del sistema inmunitario por parte de los tumores, los
científicos generaron moléculas biológicas para bloquear la interacción entre
el PD-1 y el PD-L1. Si bien estos bloqueadores del PD-1 mostraron resultados
esperanzadores en algunos pacientes de cáncer, no lo hicieron en otros, y eso
incitó la investigación de marcadores capaces de predecir la respuesta de los
pacientes a las moléculas antes del tratamiento.
"Si sé que un paciente tiene
alta probabilidad de responder a la terapia contra el PD-1, voy a estar más
inclinada a recomendar ese tratamiento y a sentirme mejor con la
elección", dice Dronca.
Los científicos descubrieron que
los pacientes con melanoma metastásico que respondieron al bloqueo del PD-1 con
pembrolizumab tenían en su sangre antes de la terapia más células T dirigidas
contra el tumor que expresaban Bim y PD-1 que los pacientes que no
respondieron. Observaron también que esa tendencia revirtió después de semanas
de tratamiento, lo que plantea que es posible medir la proporción de estas
células para ayudar a los médicos clínicos a decidir qué pacientes deben o no
deben recibir tratamiento con el bloqueo del PD-1.
Además, descubrieron que quienes
respondieron tenían niveles mayores de PD-L1 soluble en la sangre antes del
tratamiento. Eso plantea que el bloqueo contra PD-1 es más eficaz cuando la
interacción PD-1:PD-L1 desempeña una función principal en la enfermedad,
descubrimiento que permite entender mejor el mecanismo terapéutico del bloqueo
del PD-1. (Agencias)
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