Muchos hombres blancos y muy
pocas mujeres, negros y latinos: a medida que aumenta el debate sobre la falta
de diversidad en Silicon Valley, también van surgiendo nuevos emprendimientos
orientados a corregirla.
La homogénea fuerza de trabajo de
la industria tecnológica se convirtió en un tema candente luego de un mediático
juicio civil el año pasado, cuando quedó en evidencia el sexismo en una
poderosa firma de Silicon Valley (California, oeste de EEUU).
Era “lógico” que las empresas
tecnológicas se esforzaran en responder a este desafío, considera Angela
Benton, una mujer negra que tiene un papel pionero en la aceleradora de
startups NewMe, que trabaja con emprendedores que pertenecen a minorías desde
2011.
Como ejemplo, Benton citó la
aplicación Pigeonly. Es una idea multimillonaria que se le ocurrió a Frederick
Hutson cuando cumplía una pena en prisión por traficar marihuana.
Además de la frustración que
sentía por no recibir fotos de sus seres queridos dentro de las paredes de la
prisión, Hutson pensaba que los reclusos pagaban tarifas demasiado altas por
sus llamadas telefónicas.
En 2012, cuando ya estaba en un
centro de rehabilitación para exconvictos, él y su socio arrancaron Pigeonly.
La startup provee las herramientas en línea para localizar a los reclusos y
enviarles fotos, además de que les permite ahorrar dinero en llamadas
telefónicas.
NewMe ha invertido directamente
en 39 startups y le ha dado a “cientos de empresas” acceso a su red, asegura
Benton.
“Los empresarios que pertenecen a
minorías no conocen a muchas personas con las que puedan contar para afinar sus
ideas”, dijo Benton. “Nosotros en cierta forma somos esa persona”.
Sesgo inscosciente
Carecer de suficientes conexiones
con personas influyentes y de títulos en universidades prestigiosas son dos de
los mayores inconvenientes que deben superar las minorías que buscan inversores
o empleos.
Pero, desde el año pasado, se han
lanzado startups que buscan combatir los prejuicios inconscientes que frustran
los esfuerzos de las empresas de tener ambientes de trabajo más diversos.
Textio, con sede en Seattle, usa
el aprendizaje automático y el análisis lingüístico para asegurarse de que la
forma en que un texto esté escrito –como una oferta de trabajo– resuene en la
audiencia deseada.
“Textio fue fundado con esta
simple visión: la forma de escribir modifica el alcance”, escribe la startup en
su página de internet.
“Usamos los patrones que hallamos
para predecir el comportamiento de tu oferta de empleo y ayudarte a corregirlo
incluso antes de publicarlo”.
Por ejemplo, Textio alerta cuando
una oferta de empleo tecnológico puede atraer a más hombres que mujeres, porque
usa analogías deportivas o militares que ellas pueden percibir como agresivas,
contó su director ejecutivo Kieran Snyder.
El mes pasado, Twitter reclutó a
un pequeño grupo de Textio para ayudar a la red social a cumplir sus metas de
diversidad.
Otra firma, Unitive (con sede en
el norte de California), fue fundada con la visión de eliminar el “sesgo
inconsciente” de los empleadores.
Quienes ofrecen empleos a menudo
tienen en mente una idea de quién sería la persona ideal para un determinado
puesto, afirma la fundadora de Unitive, Laura Mather.
Su aplicación está diseñada para
ayudar a los empleadores a concentrarse en lo que importa.
Citas de trabajo
“El éxito de estos esfuerzos
dependerá de lo que está pasando en tu organización y en cuál sea la cultura de
tu empresa”, advirtió Joelle Emerson, una exabogada en discriminación y acoso
que fundó la consultora Paradigm, entre cuyos clientes se incluye Pinterest.
Dos consejos de Paradigm para
ayudar a las compañías a mejorar la diversidad de su fuerza de trabajo son
volver anónimos los CVs e incluir siempre a al menos un candidato de una
minoría cuando los aspirantes sean entrevistados.
“Las mujeres están abandonando el
sector tecnológico a una tasa dos veces mayor que los hombres” y esto no se
explica por “razones familiares”, sino por la cultura corporativa y la falta de
oportunidades de ascenso, según Emerson.
Ante este panorama, la startup
Doxa, de San Francisco, utiliza un estilo similar a los sitios de citas en
línea para emparejar mujeres con ofertas de empleo.
Entre los criterios de
compatibilidad se incluyen flexibilidad de horario, beneficios de maternidad y
oportunidades de ascenso. (Agencias)
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