El ruso Valeri Spiridónov, el primer hombre cuya cabeza será trasplantada a un nuevo cuerpo, dijo hoy a Efe que no tiene prisa para entrar en el quirófano |
El ruso Valeri Spiridónov, el primer hombre cuya cabeza será
trasplantada a un nuevo cuerpo, dijo hoy a Efe que no tiene prisa para entrar
en el quirófano, aunque cree que para diciembre de 2017 estará todo listo para
la operación, como ha anunciado el neurocirujano italiano Sergio Canavero.
“Me tomo con bastante tranquilidad este tema, a la espera de
que se confirme la fecha. No me importa ni el dónde ni el cuándo, no tengo
prisa. Lo que me importa es la fiabilidad del procedimiento”, declaró
Spiridónov, de 30 años, aquejado de atrofia muscular espinal, una grave
enfermedad genética degenerativa que le impide mover todos los miembros, salvo
las manos y la cabeza.
El controvertido neurocirujano, criticado duramente por sus
colegas, asegura que ha desarrollado una técnica que permitiría unir la cabeza
de su paciente con un cuerpo sano, donado por un sujeto fallecido de muerte
cerebral.
Canavero anunció este fin de semana que la intervención
tendrá lugar a finales de 2017 en la Universidad Médica de Harbín, en China.
“Creemos que para entonces lo tendremos todo listo”,
confirmó Spiridónov, programador de éxito que vive en la ciudad de Vladímir, a
170 kilómetros de Moscú, y que ya ha dejado claro a todo el mundo que su
determinación para someterse a la arriesgada operación es inamovible.
Recordó que “la enfermedad es degenerativa y, al final,
mortal” porque “degenera los músculos, y el corazón, al fin y al cabo, es
también un músculo”.
“China quiere tomar la delantera y están dispuestos a
arriesgarse para obtener una victoria en el plano científico. El permiso de sus
autoridades para realizar la operación es un asunto que, si bien no está
resuelto, lo estará en breve”, comentó Valeri acerca del lugar donde sería la
intervención.
A Canavero se ha sumado en los últimos meses el médico chino
Ren Xiaoping, que, según Spiridónov, ha realizado experimentos con ratones que
demostrarían la eficacia de la técnica desarrollada por su colega italiano.
“Hay resultado en los experimentos con los ratones. Incluso
hay vídeos en los que se puede comprobar que los ratones sobreviven un tiempo
después de la operación”, aseguró Spiridónov, que ha colgado algunos de esos
vídeos en las redes sociales.
En la actualidad, añadió, “la investigación se centra en
prolongar la vida de esos ratones, su calidad de vida y el proceso de
regeneración” después de la operación.
Canevero afirma que ha creado una sustancia llamada
polietilenglicol, capaz de conectar la cabeza con las fibras nerviosas de la
médula espinal, de manera que el cerebro pueda transmitir órdenes al cuerpo y
poner en movimiento sus órganos y extremidades.
Sus críticos recuerdan que hace casi medio siglo, en 1970,
un cirujano estadounidense ya logró unir la cabeza de un chimpancé al cuerpo de
otro, pero no pudo conectar el cerebro con la espina dorsal y el primate murió
a los nueve días.
Valeri, sin embargo, tiene fe en el médico que promete un
avance científico revolucionario, prácticamente un milagro, y asegura que ha
estudiado con detalle las investigaciones de Canavero para tener seguridad en
él.
A finales de la pasada primavera, el italiano explicó a Efe
que la operación, con un coste ligeramente superior a los 10 millones de
dólares, durará unas 36 horas y requerirá la presencia de unos 150 médicos de
apoyo.
“En la sala se deberán encontrar las dos personas, la que
donará el cuerpo y la que recibirá el cuerpo. La cabeza que será trasplantada
se enfriará a una temperatura de 12 grados y después se procederá a seccionar
la cabeza de ambos -vasos sanguíneos, músculos, huesos- y después comenzará la
fase en la que el paciente recibirá su nuevo cuerpo”, explicó entonces. (Agencias)
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