La firma Jefferies señaló en su
más reciente informe que el impacto social que está teniendo la hiperinflación
en la población se evidencia en que actualmente se requieren nueve salarios
mínimos para adquirir la canasta básica de bienes
Entre julio y agosto, señala
Jefferies, la inflación se ha acelerado entre 20% y 30% con un alza de precios
de 200%, promedio, en los últimos 12 meses. Afirma que estas cifras no toman en
cuenta la incidencia del cierre parcial de la frontera. Si bien la intención
política era evitar que los bienes bajo control de precios salieran en
contrabando y reducir la escasez para detener la inflación, el efecto no se ha
logrado sino que ha sido peor, añade.
Es probable, según Jefferies, que
el presidente Nicolás Maduro decrete un aumento del salario mínimo –ahora en
7.432 bolívares– con el fin de brindar un alivio temporal, pero esto podría
conducir a que en 2016 la inflación mensual sea de 3 dígitos.
El incremento de la canasta
básica, que mide el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores y
que está en 65.013,54 bolívares, muestra cómo las distorsiones de la economía
siguen presente y el salario mínimo va
deteriorándose mes a mes. “El descontento social se puede ver en las colas de
los supermercados y en la desesperación de la gente por la escasez de productos
básicos para el consumo”, indica el informe.
La firma advierte que el riesgo
político y social puede afectar la capacidad de pago de la deuda externa o
forzar al gobierno a un cambio de políticas que podría mejorar o empeorar la
voluntad de pago de los bonos de la deuda pública. En este contexto la
hiperinflación es un indicador que dispara el malestar social, agrega.
Finalmente, Jefferies se refiere
al riesgo de frustración postelectoral a partir de las elecciones legislativas,
que coincidirá con una situación de gran estrés económico que debe ser
monitoreado con cuidado. (EN)
No hay comentarios:
Publicar un comentario