La polémica sentencia de 13 años
y 9 meses de prisión para el dirigente Leopoldo López será repudiada este
sábado en Venezuela con marchas convocadas en las 22 principales ciudades del
país –y 19 ciudades del mundo, incluyendo a Bogotá– y la expectativa opositora
de demostrar su cohesión y capacidad de movilización.
El llamado se concentra en la
protesta pacífica, vestidos de blanco y con la consigna ‘Venezuela quiere’, con
la que también se busca una conexión positiva con las masas y no solo el
reproche ante el encarcelamiento y condena del presidente del partido Voluntad
Popular.
La Mesa de la Unidad Democrática
(MUD), congregación de los principales partidos de la oposición venezolana,
espera hacer de la cita el inicio de una campaña de movilización, frente a las
venideras elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre, en las que
parte, por primera vez en 16 años, con más de 20 puntos de ventaja sobre el
oficialismo, en sondeos.
El secretario general de la MUD,
Jesús ‘Chúo’ Torrealba, afirmó que a partir de hoy espera que la oposición se
convierta en un “gran movimiento social” y no solo una prueba de convocatoria
partidista, algo de lo que se le acusa constantemente a la coalición opositora.
(Además: Gobierno español denuncia como 'burla' el juicio contra Leopoldo
López)
‘Turismo electoral’
La oposición también espera
expresar este sábado su posición con respecto a la ratificación hecha por los
rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) de no permitir misiones de
observación internacional de la OEA, la Unión Europea o Naciones Unidas, a las
que la presidenta del ente electoral Tibisay Lucena acusó de hacer “turismo
electoral”.
Hasta ahora, solamente la Unasur,
la Celac y Mercosur y grupos que en comicios anteriores han sido complacientes
con la actuación del máximo ente electoral tienen extendida formalmente la
invitación a participar o, en la jerga del CNE, “acompañar”.
Aunque la agenda de movilización
interna se ha visto opacada por la censura y autocensura de la mayoría de la
prensa nacional, la causa de quienes se oponen al gobierno de Nicolás Maduro ha
encontrado en la condena contra López un elemento aglutinador cada vez más
respaldado por la comunidad internacional.
Esta misma semana reaccionaron
líderes y organizaciones multilaterales como Naciones Unidas, que a través de
su Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias (GTDA) reiteró su llamado a
la liberación e indemnización de Leopoldo López, recordando que el juicio fue
“a puerta cerrada y marcado por las irregularidades”, como apuntó el vocero de
esta instancia, Seon Phil Hong.
Irregularidades que han arreciado
con respecto a sus condiciones de reclusión, según denunciaron esta semana sus
abogados y familiares, quienes afirman que López, tras ser condenado, fue
enviado a una celda de menores dimensiones que la de dos por dos metros en la
que estaba recluido y donde ahora se le suspende la luz eléctrica a partir de
las ocho de la noche. La esposa de López, Lilian Tintori, afirmó además que su
esposo teme por su vida luego del juicio, en vista de que “tienen control
absoluto” sobre su persona.
“Siento que me quieren
envenenar”, repitió Tintori las palabras de López. “Tienen control absoluto
sobre mí (…) control de mi comida, me pueden envenenar”, agregó en un viaje
realizado esta semana por Madrid, en donde se reunió con el presidente del
Gobierno español, el conservador Mariano Rajoy.
Entre sus temores, expresó que su
esposo aún se encuentra aislado en uno de los edificios de la cárcel militar de
Ramo Verde, cercana a Caracas, sin contar con “un preso que lo cuide”. (EN)
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