Las autoridades chilenas
reforzaron las medidas de seguridad en el país ante manifestaciones con motivo
de un nuevo aniversario del golpe militar del 11 de septiembre de 1973 que
derrocó al presidente socialista Salvador Allende hace 42 años.
"Se va a aplicar todo el
rigor de la ley a quienes pretendan mancillar una fecha tan importante como
esta, con delitos y actos del lumpen", advirtió hoy el intendente de
Santiago, Claudio Orrego, explicó DPA.
La autoridad anunció una serie de
medidas, como resguardar la seguridad del transporte público y otros servicios,
ante la eventualidad de desórdenes que pudieran derivar de las manifestaciones
conmemorativas, especialmente durante la noche.
"Estamos preparando todo
para enfrentar un nuevo 11 de septiembre", notificó, en tanto, el
viceministro del Interior, Mahmud Aleuy.
El aniversario, que sigue
dividiendo a los chilenos, será recordado especialmente por partidarios del ex
mandatario y organizaciones de víctimas de la dictadura, que se quejan por la
lentitud en el esclarecimiento de los crímenes cometidos durante el régimen
militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
"Los procesos son cada vez
más lentos y siempre se buscan caminos para no continuar en vez de seguir en
tribunales, como debiera ser", protestó Viviana Díaz, dirigente de la
Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos.
Igualmente, reclaman por los
supuestos privilegios de que los que gozan el más de centenar de ex militares
que están encerrados en Punta Peuco, una cárcel especial construida en
democracia, en el norte de Santiago, para albergar a ex uniformados condenados
por violaciones a los derechos humanos.
Organizaciones vinculadas a las
víctimas de la represión durante el régimen castrense han demandado al Gobierno
de la presidenta socialista Michelle Bachelet el cierre del penal y el traslado
de los internos a cárceles comunes.
Bachelet, que estuvo detenida en
un campo de concentración junto a su madre tras el golpe militar, evalúa
permanentemente esa posibilidad, según autoridades de su Gobierno.
"Pareciera que el poder
militar aún intimida a ciertos miembros del aparato político del Estado",
dijo el diputado comunista Hugo Gutiérrez sobre el tema.
Según informes oficiales
elaborados ya en democracia, unas 38.000 personas fueron torturadas,
desaparecidas o ejecutadas durante los casi 17 años de régimen militar que
encabezó Pinochet.
Pinochet, quien dijo una vez que
dios lo puso en el poder, fue designado comandante en jefe del Ejército el 23
agosto de 1973 por el propio presidente Allende, a quien derrocó 19 días más
tarde. (Agencias)
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