El responsable de las principales
alergias que sufren los caraqueños entre los meses de diciembre y febrero tiene
nombre y apellido: Capín Melao. Se trata de una hierba perenne, de 1,5 metros
de alto, hojas olorosas, pegajosas y con flores de color rojo, que cubre
extensas áreas del Parque Nacional El Ávila.
Pero el Instituto de Biomedicina
de la Universidad Central de Venezuela (UCV) logró preparar, siguiendo
estándares internacionales, un extracto de la planta para evaluar la
reactividad alérgica de niños que conviven de forma variable con este tipo de
gramíneas.
La investigadora Franca Puccio,
quien lideró el estudio, explicó que se preparó un extracto alergénico
proveniente de la gramínea del Waraira Repano, esto debido a su gran influencia
en la aparición de alergias en los poblados cercanos como Galipán, Mecedores, y
en la ciudad de Caracas en general.
Para ellos los investigadores se
trasladaron a varias zonas aledañas a Caracas, en donde recolectaron y
clasificaron gramíneas libres de contaminación que se utilizaron para la
extracción lipídica y protéica que después se empleó para determinar su
potencia alérgica en modelos animales y humanos.
Con un estudio en ratones, el
extracto no mostró ningún tipo de toxicidad aguda o crónica, reveló Puccio,
quien añadió que "las pruebas microbiológicas también confirmaron que
puede ser usado en humanos".
Se evaluaron 450 pacientes y 411
niños provenientes de tres zonas de Caracas, a quienes se le realizaron
exámenes físicos y de sangre, además de pruebas de respiración y cutáneas con
extractos comerciales y el elaborado con Capín Melao.
El extracto era colocado en el
antrebrazo del paciente luego de practicársele un pequeño corte que permitía
determinar si existía alguna reacción alérgica.
Los resultados mostraron que
existe un alto porcentaje de efectividad al extracto localmente producido, en
contraste con un producto de una marca comercial (la positividad frente a Capín
Melao se ubicó en 22, 6%).
También se comprobó que en los niños
que convivían con las gramíneas, el principal alérgeno que desencadenaba su
afección era el polen Capín Melao, más que los ácaros, que representan 80% de
las alergias en otras comunidades.
Los resultados sugieren la
importancia de incorporar extractos localmente producidos para la detección de
alergias en el país, ya que los que se utilizan actualmente son importados y
hechos con un tipo de gramínea diferentes a las que crecen en el territorio
nacional.
A su vez se resalta la
importancia de preparar vacunas con polen de esta gramínea para mejorar el
tratamiento del paciente alérgico en Venezuela.
La profesora Franca Puccio
expresó que no existe comercialmente un antígeno en Latinoamérica de esas
gramíneas. "Actualmente se está en conversación con otros países para
transferir este conocimiento, pues no estamos en capacidad de producirlo en
masa ya que no contamos con los recursos financieros necesarios", concluyó
la investigadora. (EU)
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